a proposito de Fechas Civicas

Primitivamente la concepción de Estado nace con la conformación de las Ciudades-Estado griegas y las civilizaciones de la antigüedad. Pues bien el Estado viene a representar la idea de autoridad suprema que necesitaba el naciente mercantilismo para afianzarse en el poder después de la definitiva caída del feudalismo, de esa manera se perfecciona el concepto y se lo impone para ocupar efectivamente la figura del Rey (aquel simple mortal que se creía representante de Dios en la Tierra). Los burgueses u ostentosos nuevos ricos empiezan a acaparar el poder económico y político y allí la institución por excelencia pasa a ser ya el Estado Nacional en todo el sentido (incluyendo conceptos como seguridad nacional soberanía ciudadanía y demás artimañas para justificar agresiones y guerras).

Así la humanidad ya en la modernidad asistió a la definitiva aniquilación de la libertad como concepto para transmutarlo en otro acorde a los valores de la clase poderosa, entra entonces en escena lo que llamaron “orden colectivo” (que en realidad significa adoctrinamiento y represión de las masas).

A partir del siglo XVII el Estado pasa a ser un concepto mas bien abstracto, no palpable que se manifiesta a través de pueblos dotados de cierto grado de identidad cultural común con el fin de encasillar y enjaular a quienes viven en una determinada zona bajo falsas fronteras impuestas y colocar a cada uno de estos conglomerados sinfín de membretes como colombiano, peruano, ecuatoriano, alemán, etc. Se provocan así rancios odios de unos hacia otros que anteponen su “nacionalidad” a su humanidad.

Siguiendo ese proceso la consecución del llamado Estado Nacional se vuelve fundamental para la consolidación de los nacionalismos que necesitaban implantar las grandes potencias para concretar fines guerreristas, se alimentan entonces el odio y la intolerancia.

La contribución ideológica de Hegel, Rousseau, los idealistas y los neoclásicos produjo a su vez una cierta sacralización del “Estado Nacional” como entidad moral y política que llegaría a su máxima expresión de la mano de la religión (como asegura Hegel) que está presente en la memoria colectiva y cuya función principal es centralizar y burocratizar a las sociedades, de aquí se desprende la intención de que existan ejemplares ciudadanos, considerados así mientras contribuyan al engrandecimiento y expansión del Estado, para lo cual se considera necesario mantener guerras y ejércitos con el aporte de los seres humanos que han sido “privilegiados” al formar parte de él.

El sistema estadista implanta un policía en la cabeza que anula el libre pensamiento porque va contra el concepto forzado de “Unidad Nacional” y es considerado atentado o crimen. El Estado es un atentado hacia las libertades, nos crea fronteras desde la cabeza nos controla, es totalizante y primitivo, otra puerca forma de colonización mental alimentada con símbolos patrios a los que se les muestra respeto en pomposas ceremonias (primero respeten al genero humano señores)