domingo, 1 de febrero de 2009

¡Bada bing, bada bang, bada vamos allá!...

- ¡Hecho!: el sonido que produce el látigo “juiichú” (sonido de látigo pues, usen su imaginación…), es en realidad una pequeña explosión sónica, la punta del látigo es más rápido que la velocidad del sonido…Soy Beakman y ustedes están viendo “El mundo de Beakman”…
-Sí- es ese mismo programa, ya lo han de ver recordado, el del científico loco con bata verde y un peinado un poco inusual, el del científico que es ayudado por una rata de laboratorio llamada Lester y una joven muchacha, Josie, Lisa o Phoebe, según la temporada, es ese mismo programa con un par de pingüinos que discutían en el polo sur…en fin es “El Mundo de Beakman”, quién no llegó a verlo, a disfrutar de la “Beakmanía” o, mejor aún, “el reto de Beakman”, a quién no le llamó la atención ver como con una broqueta (un pincho en otras palabras) traspasaba un globo inflado sin reventarlo, quién no se puso ese momento a buscar un globo y un pincho en su casa, o quién no disfrutaba el segmento donde aparecía un personaje como Einstein o Newton o un cavernícola o hasta un hippie que me enseño que la luz blanca está compuesta de muchos colores, o cualquier otro personaje (que siempre guardaba una extraña similitud con Beakman…sospechoso…) que no dejaba de enseñarnos algo y disfrutábamos aprendiendo así como funciona el aparto digestivo, cuál es la función de la cera de las orejas o los mismos mocos, cómo funciona un motor de gasolina, cuál es el animal más que vive más tiempo (para desgracia de Dan y Herb no son los pingüinos)…
Paul Zaloom (quien interpretaba a Beakman) mismo lo dijo en algún momento, no hay que ponerle diversión a la ciencia, sino dejar que aflore todo lo divertido que la ciencia tiene, es verdad, por desgracia no es común que se la de así, por desgracia también este tipo de programas no son muy conveniente para quienes nos los hacen llegar, entonces luego de algunos años de habernos enseñado o simplemente entretenernos se lo canceló…así pasa…por suerte no está perdido, como tantas otras cosas, hay varios capítulos en la internet, y por suerte también hay panas como el buen Montal que recuerdan y hacen recordar ese tipo de programas con los que crecimos, esas series que nos hicieron tan felices y por las cuales soy así este momento de mi vida…como sea, eso será otra entrada…

Por cierto, si se lo preguntaron en algún momento, en el laboratorio había:


  • 34 globos terráqueos.
  • 36 ruedas de bicicleta.
  • 14 extintores.
  • 5 maniquíes.
  • 11 ventiladores eléctricos.
  • Un bosque tropical de interior.
  • 14 lámparas de lava.
  • 9 tostadoras.
  • 4 máquinas de hacer palomitas de maíz.
  • Un esqueleto.
  • 6 trofeos de bolos.
  • 2 secadores de pelo de peluquería.


Con Cariño
Daniel Cevallos II
(nombre artístico)

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