martes, 14 de abril de 2009

¿El irremplazable valor del papel?

Debo comenzar diciendo que soy un confeso amante de la literatura universal, de aquellos clásicos que pueden leerse por horas enteras con un gran entusiasmo e interés, sentir un libro entre las manos y leer aquellas palabras impresas en nuestro mágico idioma siempre me provoco una fascinante emoción estética, desde pequeño me acostumbre a los libros que están dispuestos a contar su historia cada vez que un intrépido lector se decida a entrar en un mundo todavía desconocido, un mundo lleno de aventuras, suspenso, drama o misterio que pagina a pagina se va descubriendo en un impresionante ritual donde predomina el silencio, la reflexión, la critica, pero sobre todo la imaginación que hace posible cada escena que nos describe el autor de la obra. Creo que esos son los buenos recuerdos que guardan en su memoria los grandes lectores, como cuando uno entra por primera vez a las bibliotecas familiares y se impresiona al ver tantos volúmenes juntos, algunos viejos y desgastados, con paginas amarillas, con el olor del polvo y de los años; de pronto empieza una estrecha relación que nos lleva a apreciarlos porque hicieron fáciles y entretenidas nuestras horas de ocio.
Y es que es difícil hacerse a la idea de que pronto en un futuro no muy lejano los libros pasaran a ser solo recuerdos, antojadizas obras de arte en posesión de unos pocos que tuvieron la suerte de comprarlos o heredarlos. Pronto los que nos acostumbramos al libro tangible y a la tinta llenando hojas enteras veremos quizá con un poco de tristeza como la tecnología se lleva uno de nuestros últimos bastiones: será la muerte del libro como lo conocimos, y, con él la muerte de toda una época. Y es que la tecnología ha avanzado a pasos demasiado agigantados, experimenta un brutal crecimiento que nos obliga a adaptarnos y sobrevivir o dejarnos aplastar por la avalancha.
Hace 10 o 15 años pocos hubieran imaginado que seria posible leer libros de manera virtual, en cualquier lugar y a cualquier hora, pero hoy es posible gracias al revolucionario Kindle al cual se hace referencia a la lectura, es cierto que aun es un tanto arcaico pero seguramente evolucionara enormemente en muy poco tiempo. El cambio del papel a la pantalla se acelera aún más, hay de por medio una revolución tecnológica que vendrá de la mano con una cultural, así como la imprenta democratizo la literatura y el conocimiento al facilitar la difusión masiva de textos de diferente naturaleza y amplió los horizontes mentales de las clases medias al tener acceso a una enorme cantidad de información esta nueva forma de lectura divulgara conocimiento a escala global en proporciones nunca antes imaginadas. El ser humano facilita cada vez más su acceso al pensamiento de toda clase de autores, las pastas duras, los editores, correctores de estilo y las grandes casas editoriales serán cada vez más prescindibles. Ya no se necesitaran elevadas sumas de dinero para comprar ediciones limitadas de las grandes obras de la literatura porque todos podrán tener un ejemplar virtual
Es cierto también por otro lado que cambiara la forma de vida de los escritores que tendrán que buscar la forma de obtener las ganancias que antes provenían de la venta de derechos a las editoriales para cambiarla por la venta de sus volúmenes de manera directa en Internet eliminando a los intermediarios, y también es cierto que le daremos un gran respiro a los árboles que fueron los grandes perjudicados en los casi 600 años del reinado de la impresión en papel.
Lo que se viene es un drástico cambio para la literatura y en general para el mundo de lo impreso, porque los periódicos y las revistas indudablemente corren la misma suerte que los libros.
Sea como sea el cambio es ineludible el hecho de que estamos próximos a vivir nuevos tiempos y quizá en otros 15 o 20 años el futuro nos depare cambios tan inimaginables y descabellados que es preferible únicamente esperar a que lleguen. Aprovechen a los libros mientras puedan sentir la experiencia de tocarlos, después quizá no serán mas que letra muerta en un holograma cualquiera


2 comentarios:

Ahmed dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ahmed dijo...

Qué me dice amigo del cine, en este punto, la destrucción del teatro... o las grabaciónes musicales, destrucción del magnífico intérprete, su voz (o su instrumento) y su técnica... o de la fotografía, asesina del pintor y el cuadro... todas, por la gran evolución de la tecnología, experimentan un tipo de arte aún inexplorado. Como siempre ha pasado amigo, nos toca adaptarnos. De la antítesis y la tesis..., la síntesis


PD: Eliminé el anterior pues se me había pasado la fotografía y la pintura :D