Terrorismo Nuclear

El terrorismo es el nuevo enemigo común para los Estados modernos del Siglo XXI, las luchas francas y directas entre naciones por la conquista de territorios o recursos ha pasado completamente a un segundo plano, el terrorismo es el enemigo poderoso pero invisible que no posee fronteras en los mapas ni instituciones como las del Estado. El terrorismo genera una nueva cultura del miedo en el inconsciente colectivo, para el ciudadano de hoy ningún lugar, ni siquiera su propio hogar le permite estar a salvo y en paz, la psicosis profunda que le han creado los medios de comunicación y los líderes mundiales lo tienen al borde de un colapso. Después del 11 de septiembre la sociedad mundial globalizada asumió que el terrorismo era un cáncer de rápido y feroz crecimiento. De esto se aprovecharon los lideres de las grandes potencias que vislumbraron al terrorismo como el nuevo enemigo atemporal contra el cual se podría emprender una guerra sin limite de tiempo, y es que después de la Guerra Fría se hizo necesario crear un nuevo orden y un enemigo común para desplegar los arsenales.
El hecho de que se este intentando crear una especie de policia forense nuclear así lo demuestra, la preocupación de los Estados por posibles amenazas nucleares asociadas con el terrorismo aumentan constantemente.
Se invierten millones de dólares en el desarrollo de estudios y mecanismos que eviten que grupos terroristas puedan hacerse de arsenal nuclear proporcionado por países con dicho potencial. Aun no ha sucedido un acto de terrorismo nuclear en el mundo pero los adelantados agentes de inteligencia y seguridad Norteamericanos ya lo preveen, es como un juego de “astucia” donde quien imagine los actos mas horripilantes que pueda causar un terrorista con armamento nuclear se encuentra un paso por delante.
Pero de esta manera países como EEUU podrían no solamente detectar potenciales riesgos para su seguridad nacional sino garantizar el mantenimiento de sus políticas intervencionistas a escala global y logrando de paso planificar nuevas estrategias de “disuasión” para que los Estados con los que no tienen buenas relaciones puedan ser culpados de facilitar armamento nuclear a grupos terroristas o haber sido negligentes al momento de custodiarlos, y todo podría empezar a partir de simples supuestos no comprobados tal como lo hiciera Bush. Al acusar a Irak de poseer armas de destrucción masiva y estar aliado indirectamente con la red terrorista Al-Qaeda completó su plan intervencionista, convenció a la opinión pública internacional y logró mayoritario apoyo de sus aliados.
Todo forma parte de las nuevas estrategias de los gobiernos que fomentan los miedos irracionales para tomarse atribuciones inconsultas con el enceguecido y fiel apoyo de sus ciudadanos que se sienten cada vez más vulnerable.