Hoy me he propuesto la difícil tarea de desentrañar lo que significa este concepto tan conocido y hasta a veces trillado que llamamos “amor”, y es que el concepto de lo que realmente significa ésta palabrita se ha ido degenerando gradualmente hasta convertirse en la máxima expresión de las mas variadas paranoias, obsesiones, adicciones, etc.
Digo esto porque al “amor” se lo ha escudado (desde que existe la filosofía) tras la falsa mascara de la idealización, de la perfección constante, como un sentimiento que solamente puede ser puro e inocente. No es que esté en contra de el Amor como tal, es solo que en nombre de él se cometen las mas variadas atrocidades, estupideces y actos de manipulación que algunos quieren justificar precisamente llamándolo así.
Les propongo entender al Amor como una fuerza; partiendo de esto sabremos que puede ser tanto creadora cuanto destructora, además provoca lo que se llama comúnmente como acción y reacción, si a esto le sumamos el hecho de que se encuentra expuesto a la capacidad de abstracción del ser humano encontraremos que esta fuerza también tendrá su lado oscuro (parecido al de Star Wars pero con mas elegancia).
El hombre desarrolla su capacidad de amar en la medida en que se encuentre consciente de ello, sin embargo por este mismo hecho empieza a crearse un concepto muchas veces demasiado parcializado cuando lo relacionamos directamente con la experiencia. Entonces es aquí cuando surge un choque brutal entre nuestra manera ideal de ver el amor (ya sea por las influencias culturales, sociales, psicológicas y sobre todo filosóficas) y lo que realmente abarca como concepto humano (sujeta a demasiados errores como para ser considerado perfecto)
Hay una canción que dice “Amor es un algo sin nombre que obsesiona al hombre por una mujer” y viceversa. Esta sencilla frase no se aparta demasiado de la realidad por qué el amor como tal viene a provocar un distinto impacto en cada persona, y por ende puede convertirse en una vaga ilusión sujeta a la dependencia de otra persona (lo cual nos enceguece y aísla del mundo) o bien puede ser la expresión metafísica de la atracción, afinidad, o conexión física y mental que pudiera darse entre dos personas.
Procuremos desmitificar el amor para poder disfrutarlo y hacer el vago intento de comprenderlo fuera de los miedos, tabúes y aun de las ilusiones en las que nos embarca, y es que como todo en la vida el amor también tiene un final, también termina o se transforma en su contrario porque existe una delgada línea que podemos cruzar peligrosamente en cualquier momento. Dejemos de llamar “amor” a la dependencia de otro, al autoengaño, a la idealización absurda, a renunciar a uno mismo para agradar a otros, a la humillación , el amor empieza con la autoestima, no es aplicable solamente a otra persona sino en principio a nosotros mismos y partiendo de nosotros, hacia las cosas del mundo.
Juan Francisco alias Jhon
Digo esto porque al “amor” se lo ha escudado (desde que existe la filosofía) tras la falsa mascara de la idealización, de la perfección constante, como un sentimiento que solamente puede ser puro e inocente. No es que esté en contra de el Amor como tal, es solo que en nombre de él se cometen las mas variadas atrocidades, estupideces y actos de manipulación que algunos quieren justificar precisamente llamándolo así.
Les propongo entender al Amor como una fuerza; partiendo de esto sabremos que puede ser tanto creadora cuanto destructora, además provoca lo que se llama comúnmente como acción y reacción, si a esto le sumamos el hecho de que se encuentra expuesto a la capacidad de abstracción del ser humano encontraremos que esta fuerza también tendrá su lado oscuro (parecido al de Star Wars pero con mas elegancia).
El hombre desarrolla su capacidad de amar en la medida en que se encuentre consciente de ello, sin embargo por este mismo hecho empieza a crearse un concepto muchas veces demasiado parcializado cuando lo relacionamos directamente con la experiencia. Entonces es aquí cuando surge un choque brutal entre nuestra manera ideal de ver el amor (ya sea por las influencias culturales, sociales, psicológicas y sobre todo filosóficas) y lo que realmente abarca como concepto humano (sujeta a demasiados errores como para ser considerado perfecto)
Hay una canción que dice “Amor es un algo sin nombre que obsesiona al hombre por una mujer” y viceversa. Esta sencilla frase no se aparta demasiado de la realidad por qué el amor como tal viene a provocar un distinto impacto en cada persona, y por ende puede convertirse en una vaga ilusión sujeta a la dependencia de otra persona (lo cual nos enceguece y aísla del mundo) o bien puede ser la expresión metafísica de la atracción, afinidad, o conexión física y mental que pudiera darse entre dos personas.
Procuremos desmitificar el amor para poder disfrutarlo y hacer el vago intento de comprenderlo fuera de los miedos, tabúes y aun de las ilusiones en las que nos embarca, y es que como todo en la vida el amor también tiene un final, también termina o se transforma en su contrario porque existe una delgada línea que podemos cruzar peligrosamente en cualquier momento. Dejemos de llamar “amor” a la dependencia de otro, al autoengaño, a la idealización absurda, a renunciar a uno mismo para agradar a otros, a la humillación , el amor empieza con la autoestima, no es aplicable solamente a otra persona sino en principio a nosotros mismos y partiendo de nosotros, hacia las cosas del mundo.
Juan Francisco alias Jhon
2 comentarios:
me gusto mucho lo que escribiste ya que concuerdo en muchas cosas contigo, sobre lo tontos que nos volvemoas al amar a alguien pero el amor es asi a veces se sufre a veces se rie, la idea es pasarlo bien disfruar de ese amor por el tiempo que dure..
Felicidades y sigue escribiendo que vas muy bien...
esas refleciones que se manda doctor... ni que bocha-bocha-bochenski!
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